7 feb 2008

De proverbios y frases célebres: arreglando el corazón.

Dice un proverbio chino: "La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?". Gran pregunta, sí señor. ¿Podríamos cuidar corazones y almas con el mismo empeño que ponemos en estar bien peinados y vestidos a la última? ¿Seríamos capaces de alisar las penas con la misma avidez con la que corremos a las clínicas de cirugía a luchar infructuosamente contra el tiempo? ¿Podremos iluminar el espíritu con la misma diligencia con que machacamos nuestros cuerpos en torturadoras máquinas de gimnasio?
Me ha costado casi dos meses volver a escribir una entrada en este blog desde el pasado año. Pensaba pedir disculpas, pero luego he decidido que no ha lugar: este es mi patio de recreo y pasaré por él simpre que me apetezca. Y cuando no, pues no. Quizá empezar un nuevo año resulta cada vez más trabajoso, hay que hacerse a la idea. Y aunque la esencia misma del blog es la actualización continuada, no considero que esta bitácora deje en sus silencios colgados a miles de fans ávidos de mis comentarios, aunque respeto y quiero a los pocos amigos que por aquí pasan de vez en cuando. Y aquí estoy. Feliz año nuevo.