24 jul 2007

...resulta que es uno de Las Rozas


Volviendo a casa en el popular metro madrileño, curioseo la portada de uno de esos diarios gratuitos que son única fuente de información periodística de muchos madrileños y éxitosos productos de la nueva era informativa. La portada reza así: "Cae el atrador más buscado, y resulta que es uno de Las Rozas". Estoy de acuerdo con quienes sostienen que el idioma es una cosa viva, y por lo tanto, crece, se desarrolla y cambia con el tiempo. Sin embargo, creo firmemente en que es necesario preservar de algún modo cierto nivel en la lengua, para que no sea pasto de extranjerismos, contracciones imposibles o de indiferencia absoluta por su riqueza y belleza, abandonada en pos de incongruentes y minúsculas expresiones. No sé quién debe decidir qué uso del castellano cumple el nivel y cuál no. Pero se me ocurre que bien podría ser la Real Academia de la Lengua Española, a la que encomendamos esa tarea allá por "1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena. Felipe V aprobó la fundación por cédula real expedida el 3 de octubre de 1714".


Quizá si la RAE no existiera habría que inventarla, o reunir a un selecto grupo de literatos, estudiosos del idioma, catedráticos de lengua y, por qué no, periodistas. Ellos podrían ser los encargados de velar por la preservación del idioma, siendo sensibles a los nuevos usos y evolución del castellano.


Pero al leer la portada de ese diario gratuito, diciendo que el atracador más buscado "resulta que era uno de Las Rozas", el titular me parece demasiado coloquial para un periódico, ese formato baluarte de los medios hasta ahora considerados más serios y selectos. Cierto es que estos diarios están escritos precisamente con el objetivo de llegar a un público menos elitista, o mejor directamente a casi todo el mundo. Pero si los periodistas son parte de ese grupo de profesionales que podría estar destinado a salvaguardar nuestro idioma -permitiendo su evolución y adaptándolo a los tiempos-, y deciden que ya es hora de escribir titulares como quien habla con la vecina del 5º, no tengo claro si el castellano estaría a salvo si nuestra criticada RAE desapareciera.


Ya me produjo vergüenza ajena -siendo parte de la profesión-, ver una mañana que la cabecera de un periódico había sido vendida al mejor postor publicitario. Me pareció una violación de lo más sagrado de un diario. Eso me hace pensar que me he vuelto uno de esos académicos rancios -salvando las obvias y abismales distancias en mi contra-, que se cabrean porque la gente habla fatal. "Perdone usted -se podría responder-. Hablan todos como si fueran periodistas, gente de carrera".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego, es un titular de patio. el periodista debió de considerar necesario incluir todos esos datos en el titular, y el director del periódico, que igual había trasnochado, le vio la gracia y dijo que sí.

Un auténtica aberración.

Dax dijo...

Ja, ja...sí, titular de patio. Lo de incluir todos los datos, pues vale. El tío tenía que ser de algún sitio, ya fueran Las Rozas, Molina de Segura o Fuentidueña del Tajo, así que conocer el dato me deja como estaba. Lo de que el director había trasnochado, pues sí, probablemente. Igual es de los pocos que sigue respondiendo al tópico de las tres "D" de los periodistas: divorciados, depresivos y dipsomaníacos...