4 sept 2007

¿Cuánto vale un hijo?

Estupor. Incredulidad. Indignación. Eso es lo que me ha provocado leer una noticia sobre un nuevo reality show que la CBS americana está grabando, en el que un grupo de cuarenta niños entre 8 y 15 años sobrevive en un pueblo abandonado de Nuevo México al más puro estilo del oeste americano. Los padres de los infantes han firmado un contrato que incluye claúsulas como ésta: "Entiendo que el programa puede tener lugar en zonas peligrosas y puede exponer al menor a riesgos y condiciones que pueden provocar heridas graves, enfermedades o muerte, incluida la exposición a calor y frío extremos, delitos, inundaciones, colisiones, caídas o encuentros con animales salvajes".

Pero ahí no acaba todo. Por si el riesgo de muerte no fuera suficiente, los padres asumen también que sus hijos puedan sufrir "daños emocionales, enfermedades, dolencias de transmisión sexual, sida o embarazos" debido a su participación en el programa. Además, los progenitores de estos desgraciados niños se han comprometido a no hablar sobre el programa -que aún no ha sido estrenado-, durante los próximos cinco años. Abrir la boca les costaría cinco millones de dólares. En el video promocional de CBS puede verse cómo los niños cocinan, arrastran carros, montan sus propios negocios, arrean ganado, acarrean agua de los pozos, beben refrescos en el salón o se reunen para discutir los asuntos de su pequeña comunidad. Pero también discuten, se empujan y lloran como descosidos. De momento, uno de los niños se ha quemado al untarse por error un producto químico en la cara pensando que era crema solar, otra ha sufrido un esguince, otra se ha quemado la cara con aceite al cocinar, y otros tres han necesitado atención médica por beber de una botella de refresco sin etiqueta. Era lejía.

El gobierno de Nuevo México está investigando el programa por posible violación de las leyes que regulan el trabajo infantil, dado que el contrato de Kids Nation estipula la total disponibilidad de los niños durante el día completo, a cambio de 5.000 dólares para cada familia, que se convierten en 20.000 si el niño resulta ser uno de las estrellitas del show. Me dan ganas de vomitar. Me gustaría saber por qué se andan con tantas tonterías y no quitan inmediatamente la custodia de sus hijos a esta panda de sinvergüenzas explotadores de niños. Aceptar por dinero la posibilidad de que uno de tus hijos se exponga a las inclemencias del tiempo, heridas graves, accidentes, daños emocionales, enfermedades, ataques de animales salvajes, embarazos no deseados, sida o incluso la muerte, me parece un motivo más que suficiente. Cierto es que mucho peor están millones de niños en Sudamérica, la India, África y un montón de lugares más del planeta en el siquiera hay qué llevarse a la boca. Pero yo, que no tengo hijos, no llego a comprender cómo alguien puede dudar ni un segundo de que esto es una auténtica aberración.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo percal! Aunque visto de otra manera, creo que no es algo nuevo, sólo la triste adaptación a los nuevos tiempos de aquellos padres que querían hacer de sus hijos unos niñitos prodigio a cualquier precio... Como ahora lo que se lleva son los realities, pues toma taza y media.
Madre mía...

Dax dijo...

Cierto, siempre ha habido padres desnaturalizados que explotaban a sus hijos en pos de la pasta o de la realización de sus propios sueños frustados, pero dudo mucho que los padres de Joselito o de Michael Jackson -y eso que parece que este no tenía desperdicio-, hubieran firmado nunca un contrato en el que aceptaban explícitamente que sus hijos puedieran correr riesgo de muerte, ser infectados de sida, sufrir un embarazo no deseado o daños emocionales. Sigo diciendo que el mundo está completamente loco.

Anónimo dijo...

Tal vez los padres del pequeño ruiseñor no, pero al señor Jackson le pega todo... Y en ese caso Michael sería encumbrado gracias a los votos por sms de sus fans. Después de eso, iría directito a "Cambio radical" (o a "Supermodelo", quién sabe)
De todas formas no quito yo hierro al asunto, lo que es una barbaridad, es una barabaridad.

Dax dijo...

Ja, ja, claro que no quitamos hierro al asunto, pero tienes razón, es sólo el tiempo en el que vivimos. Terrorificamente real y cotidiano.