27 dic 2007

La jungla urbana: huelga y vergüenza

Los trabajadores de los servicios de limpieza del metro de Madrid están en huelga. No seré yo quien niegue a nadie tal derecho, pero cuando los métodos de presión de los huelguistas incluyen -como ha podido verse en las grabaciones de las cámaras del suburbano- rociar el suelo de entrada a una estación con aceite, la cosa pasa de castaño oscuro. El bárbaro cretino al que se le ocurrió semejante cosa hizo caer de morros -que se sepa- a dos señoras, y con semejante acción pierde el derecho a la huelga y hasta a llamarse ciudadano y persona. No tengo idea de si alguna de las dos mujeres cuyo resbalón provocado captó la cámara del metro ha sufrido
algún daño, pero podrían, porque la costalada fue monumental. Y entonces habría que ir a buscar al imbécil al que se le ocurrió pagarla con los usuarios del metro, para que le procesen por atentar contra la integridad de los viajeros, que nada tienen que ver con las condiciones laborales de los limpiadores de ese transporte público. En algunas webs se especula con que la propia patronal sea responsable de semejante despropósito, con el objetivo de manchar la imagen de los huelguistas. Sea como fuere, al animal que vertió el aceite había que haberlo mandado a limpiarlo todo con la lengua.

Eso sí, nos hacen un gran cumplido a los madrileños estos señores huelguistas que esparcen basura por doquier, al pensar que sin su ayuda no se notará después de diez días que el metro no se limpia. No hacía falta, hombre.
Foto: Robert van der Burg

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Supemmmanaaaa, la verdad es que yo ya no voy en metroooooo, tengo la suerte de tener el currillo al lado, pero la verdad es que es un vergüenza lo que está pasando. Te leo. Besos

Anónimo dijo...

la verdad es que no era nada agradable, vengadora

abrazo

amor

Dax dijo...

Hola, hemmana y Amor, muchas gracias por vuestro comentarios. Un placer teneros por aquí...