25 may 2007

Todo por la pasta


La Unión Europea acaba de aprobar una nueva directiva publicitaria que flexibiliza tanto la publicidad en la televisión, que sólo las películas, los informativos y los programas infantiles deberán sumar media hora de emisión antes de cortar para poner anuncios. Los demás, podrán hacer tantas pausas como deseen; o eso al menos he entendido yo...El máximo de publicidad permitido por hora, y que se mantiene con la nueva normativa, es de 12 minutos. Sin embargo, hasta ahora, existía también un había un máximo diario de tres horas de publicidad permitida, y las películas no podían cortarse para poner anuncios hasta que no llevasen 45 minutos de emisión: ya no hay máximo diario y el tiempo para interrumpir una peli se ha reducido en nada menos que en quince minutos.

Antes ya protestábamos porque no te daba tiempo a meterte en el argumento cuando, de pronto, una señora se colaba en tu casa a través de la tele para contarte lo blanco que lava su detergente. Y después de ella venían otros tantos "consejos publicitarios", tan largos y tediosos que cuando volvías a la emisión ya no recordabas de qué iba. Pues ahora será peor. Esto será un coitus interruptus continuo. Cuando estemos en lo mejor, ¡zas! ¡Corte que te crió! Nos pondrán más anuncios y cada menos tiempo.

Los únicos que se libran de cortes publicitarios son los programas religiosos. Pero la directiva no nos explica por qué. Toma ya. ¿Con qué argumento se prohíbe hacer publicidad en los programas sobre relgión? A los creyentes no debe ser ético venderles nada. Pues no le pillo la gracia, y alcanzo a imaginar las razones por las que la comisión de la Unión podría querer aumentar la publicidad en la televisión. Recientemente escuché a uno de los mayores expertos en legislación publicitaria decir que Bruselas estaba pariendo verdaderas "barbaridades" en materia publicitaria. Parece que no iba desencaminado.

¿Pero qué digo? ¿A quién le importa ya que pongan muchos anuncios en las pelis de la tele? ¿Es que aún alguien en su sano juicio ve la tele? No quiero ponerme estupenda, ni ir de modernuqui cortarrollos, pero la verdad es que encuentro poco o nada interesante en la tele y cuando la veo -muy de vez en cuando, la verdad-, es para atocinarme un poco, vamos que me la trae fresca lo que pongan, me aburro enseguida y me duermo. Y no me gusta dormir en el sofá, lo juro, aunque no lo creáis. No es falta de vagancia, es vagancia llevada al máximo de la sofisticación. Dormir en otro lugar que no sea una buena cama es una pérdida de tiempo.

Lo siento, me desvio del tema. Volviendo a la directiva, su único acierto -y ya veremos cuán efectivo resulta-, permite a los estados miembros de la UE adoptar individualmente normas más estrictas. Y quizá deberían. O quizá sea yo quien se equivoca, y no debamos restringir la publicidad en televisión. Al fin y al cabo, lo cierto es que cuando os cuente algunas de las cosas que tengo pendientes, recordaréis que ya estamos en el futuro y ya existen técnicas de venta que dejan en pañales a los anuncios de la tele.

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